domingo, 15 de mayo de 2011

Blog my mind

"La felicidad es esa mujer hermosa que entra en tu vagón del tren y que cuando te giras para volver a mirarla ya se ha ido"

Los domingos son de la filosofía. Hoy me escuchaba a mí mismo quejándome a un amigo sobre esa gente habla de la felicidad como una meta, como si eso tuviese algún sentido. Si la ira, la risa o el cansancio no pueden ser objetivo final, sino que forman parte del proyecto, la felicidad sólo tiene sentido como sensación, y como toda sensación se acaba pronto, lo suficientemente pronto para que no nos de tiempo a recrearnos en ella. Por eso, aunque nos cuesta reconocerlo, bajo las circunstancias más adversas y tristes podemos ser instantáneamente felices, porque la felicidad es como el ridículo, te asalta cuando menos lo esperas y te puede pasar en cualquier parte (sólo hace falta que haya gente alrededor). 

Ahora rebajemos el conocimiento a lo cotidiano para que se convierta en aprendizaje: levántate mañana (aplaudete el esfuerzo hasta aquí realizado) y mientras desayunas piensa cómo vas a mantener el equilibrio hoy, cómo vas a justificar los caprichos alimenticios que vas a tomar entre horas, cómo vas a ser amable con todos aquellos que no te apetecen y cómo vas a conseguir ir lo más guapo posible dentro de lo que las circunstancias te permitan. Probablemente no vas a hacer nada más importante al cabo del día que todo eso, precisamente porque es lo que te ha funcionado hasta ahora para encontrarte con la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario