miércoles, 24 de agosto de 2011

Agravio Comparativo



Siempre que escucho a alguien decir que los hombres somos unos cerdos me pregunto, ¿cuál de los dos animales sale perdiendo ante esta declaración? Yo respondo, que para eso soy el editor jefe: las mujeres. Las mujeres o en su defecto, cualquier ser humano que haya hecho daño romántico-emocional a un hombre, porque lo que si, que si, que si que es cierto es que cerdo no se nace, se hace. Es un escalafón al que se llega cuando te la juegan la primera vez, cuando te quitan el precinto emocional porque van a empezar a usarte, y la historia siempre es la misma... Tú ibas a ser el mejor novio del mundo hasta que te das cuenta que tu objeto de deseo no quiere enterarse de que sois novios//crack//rotura//vendaje protector. -Doctor, ¿como evito otra herida como ésta? -No se preocupe, todo lo que tiene que hacer es comportarse como un cerdo, y la gente perderá el interés en dañarle.

Los tíos sois unos cerdos, y las tías unas zorras. Me arrodillo ante el sublime conocimiento que emana de lo ordinario. Funciona en ambas direcciones, desgraciadamente, ambos sexos tenemos la capacidad de aprender inutilidades o, en el peor de los casos, aprender mal qué es lo que hay que hacer para encontrar a alguien con quien compartir el cuarto de baño el resto de tus días. Si te soy sincero, prefiero universalizar la comparación a algo menos insultante y más alejado de la zoofilia a la par que ajustado a la realidad: las personas somos como los puzles, lo divertido es juntar las piezas y siempre tienes que desarmarlos antes de dejárselos a otro. Así es que cállate la boca cuando te encuentres con un cerdo o con una zorra y no te quejes, porque seguro que alguien se está tropezando con los puzles que has ido dejando tú por el camino.

domingo, 21 de agosto de 2011

Jeremías y Tomás









One of the drawbacks of meeting new people that you really like, is that they make you dislike even more those ones you already hate...

These two asshole can help you to see the entire picture.

domingo, 14 de agosto de 2011

Harbour Bridge





Porque la soledad es una actitud.

Porque me has hecho llorar esta tarde.

Porque me faltaba el tiempo y me sobraba la ropa.

Porque cuando me siento bien tengo miedo.

Porque se me acabó la batería.

Porque nunca te lo digo, y si te lo dijese, nunca te lo diría lo suficiente.

Porque éramos tres y yo no contaba con el tiempo.

Porque me daba pereza.

Porque no se qué es peor señal, ser cada vez más exigente, o serlo cada vez menos.

Porque todo a lo que le doy uso terapéutico es malo (el tabaco, pasear mientras llueve, este blog,...).

Porque tengo una cicatriz y no paro de tocarla.

Porque a ratos pienso que fue una suerte y a ratos pienso que fue una desgracia.




Quien diga que no se arrepiente de nada miente. Porque hay lecciones que no se necesitan aprender.

miércoles, 10 de agosto de 2011

25 cigarrillos III


Libros de autoayuda.

Es muy difícil escribir algo nuevo cuando se acumulan dudas. Las oportunidades... ¿Se buscan o se encuentran? No te precipites y piénsalo bien, porque la pasividad o actividad con que asumas tu existencia depende de la respuesta y ambas opciones arrastran unas consecuencias muy graves. Si marcas la casilla de la pasividad, si asumes que las oportunidades llegarán a ti cuando el destino así lo dicte, te lavas las manos, evades la responsabilidad de lo que te pase, flotas dejándote llevar... Pero sin responsabilidades no hay derechos, así es que no se te ocurra quejarte si no te gusta el rumbo que toman las cosas. Por otro lado, puedes asumir el papel activo de tu vida, puedes buscar tu suerte, con el consecuente miedo no tanto a fracasar, sino a ser culpable de tu fracaso.

A grosso modo, es lo mismo que ocurre cuando vas a la peluquería y tienes tu corte de pelo clarísimo, sabes lo que quieres porque sabes que con ese corte se van a acabar gran parte de tus problemas, vas a ser la persona que siempre has querido ser. El estrábico de turno termina y te das cuenta de que tu explicación y dos manos dignas de un paciente de parkinson te han dejado una peluca tal, que vas a ser la envidia de Ana Torroja... ¿A quién vas a culpar? ¿Actividad o pasividad? Y tú que te pensabas que esa pregunta sólo tenía sentido en un contexto.

Atiende a la clasificación definitiva porque no hay más que dos tipos de personas en este planeta: los que se reconfortan sintiéndose controladores y los que se reconfortan sintiéndose controlados. De aquí nacen el resto de casi todas mis dudas... ¿Cuál de los dos quero ser?